Hoy es uno de esos días que me desperté con 2 pies izquierdos, el apellido atravesado y ganas de cachetear al planeta.
Hoy es de esos días, que no es “esos días” en los que suelo culpar a mis hormonas de mi malhumor.
Es un malhumor de esos tipo contagioso, que se que quien me mire va a adquirir por osmosis la ira que tengo y que no le encuentro razón…
En otras oportunidades he escrito sobre mis sobrinos y mi relación con ellos, a veces es estrecha, cómplice, amistosa y a veces (la mayoría) la típica relación de tía-sobrin@s, muy diplomática y de respeto mutuo casi en tercera persona, es mas yo la llamaría impersonal.
El problema surge cuando mis sobrinos se enferman… y yo no soy médico, no soy enfermera, a veces ni estoy cerca de ellos, pero igual la angustia es tal que me ahoga, me mortifica y me afloja los tornillos… hasta discuto cual madre con otras madres (mis hermanas) que es a quienes afecta la dolencia de sus chamos.
El hecho es que lo he dicho a viva voz, en privado y en público, y lo sostengo… hay quienes nacieron para ser madres y otras para ser tías y yo estoy en el grupo de las tías perpetuas.
No conforme con que esté angustiada porque en esta oportunidad es un virus tropical el que afecta a mi sobrino y el instinto maternal del que tanto reniego me aflora (y de hecho creo que carezco del gen de la maternidad si es que eso existe)
Mi relación con la maternidad se remonta a mis veintes, o sea década y media atrás vengo batallando con este dilema, que para mí ya es un hecho…
Recuerdo haberles contado que fui destronada a los 20 por mi sobrino, crecí en una familia felizmente disfuncional de la cual estoy cada día más orgullosa, porque me doy cuenta que pese a lo que digan los psicólogos, soy más normal que muchos que se han levantado en familias “típicas”.
Después del destrone, me atropello la realidad de que mi mejor amiga en la Universidad estaba embarazada y su vida cambio radicalmente, esto iba en paralelo con mis planes de boda.
En ese entonces, teniendo este record de sentimientos encontrados: querer hablar tonteras con mi hermana y ella no podía por tener que atenderle a su hijo, y mi amiga teniendo que hacer trabajos y estudiar para exámenes en paralelo con batir el tetero y sacar los gases a su nena, pues fue fuerte y me dije… voy a esperar y así fue, de hecho con quien fue mi esposo llegamos al acuerdo de no tener familia hasta “más adelante” cuyo mas-adelante nunca llego, pese a mis intentos fallidos por embarazarme en contra de mis convicciones pero con la esperanza de salvar un matrimonio destinado al fracaso.
A estas alturas tanto mi hermana como mi amiga tenían par de críos cada una y sus vidas totalmente avocadas a levantar a sus hijos, de repente hubo un baby boom! Conocidas, amigas de mis amigos, extrañas, por doquier había mujeres embarazadas y yo mirando como gallina que mira sal.
El asunto es que con los años, los hijos de mis amigas y familiares así como crecen se multiplican y ya las reuniones se convierten en lo que yo llamo “convenciones Graco” haciendo alusión a los coches de esa marca que todo el mundo usa.
Es difícil a mi edad encontrar en un grupo, un tema de conversación que no sea: cólicos, la dentición, los tropiezos de primaria, secundaria o universidad, la guardería, el disfraz, en fin… la vida de quienes me rodean giran en torno al un eje, sus hijos y ahí viene el titulo de esta nota… siempre pero siempre sale un impertinente diciendo… Y tú para cuando? Mira que ya vas para tal edad y los hijos es lo único que nos queda! Y lo afirman con la seguridad que les da el carajito que sostienen en sus brazos o al que le acaban de dar el jalón de orejas. Yo les digo lo mismo todo el tiempo… NO QUIERO TENER HIJOS, soy feliz siendo TÍA y es la verdad, soy tía perpetua!
Y de repente aparecen largos periodos de soledad social, cuando no encajas en ninguna fiesta a la que fuiste invitada pues vas sin los accesorios de rigor: el esposo (entiéndase: marido, mari-novio, amigo-con-derecho, pegoste, etc.) y el hijo… me tocó más de una vez ir con mis sobrinitos como accesorios hasta que llegaron a una edad en la que ir a una fiesta con un adulto esta como que mal visto entre su círculo de amistades pre-púber o adolescentes.
Es entonces cuando me encuentro con cosas como una artículo publicado en el suplemento de prensa nacional dominguera, y digo COÑO! Tengo razón! O sea es algo de conciencia colectiva, no todos tenemos el afán inefable de no morir solos, de dejar nuestra huella en el planeta, pues YO la dejo a mi manera y si no me recuerdan después que muera que zipotes! Como si me importara! No me importa estando viva, pues menos me importara después de muerta. …(chiste chiste… este finde le dije a mi sobrina… si muero vas a ir a mi funeral? Y la niña con cara de asombrada como quien no sabe que decir y no querer quedar mal me dice: claro tía… y yo le respondo: gafa! si vas o no es tu problema yo igual no voy a saberlo! jijijii)…
La gente hace las cosas más inverosímiles, y esto es relativamente nuevo (o bueno para mi lo es) desde fertilizaciones con una probabilidad super baja y un costo astronómico, hasta adopciones a ciegas y casi compra de hijos solo con la esperanza de ser llamados: papa, mama… y donde queda entonces uno?
Yo respeto la posición de cada quien respecto a la maternidad/paternidad cómo no!, aplaudo al que quiera serlo, pero porque se tienen que meter conmigo? O sea mi punto es: si no he tenido, por algo es? Tendré que inventarme una falsa realidad? Una enfermedad hormonal?, Una falla mecánica en mi cuerpo? Porque no entienden que así como me encanta que ell@s hayan hecho de su vida un saco y se hayan metido, yo también hago con la mía lo que quiero…
Y ya sé que se estarán diciendo o querrán decirme: cuando te ha importado lo que piensen los demás? Bueno ahí les va mi respuesta: Coño, no es lo tanto, sino lo seguido de la preguntica y fastidia el temita… y no es solo a mi… sino a todos los que por alguna u otra razón no tiene descendencia.
En realidad es una pregunta incomoda, estoy maquinando responderle con una pregunta bien embarazosa a una conocida mía que cada vez que me ve sale con lo mismo… Amig@s, si no tienen algo grato que decirle a alguien mejor quédense callados…
En fin, en mi opinión muy personal y que la comparto con el redactor del artículo que mencione, quizás todas las cosas que hacen por tener hijos sean con el objetivo filantrópico de tener una mejor generación de relevo, con valores inculcados por padres deseosos de tenerlos y con un amor con el que, según esos padres to-be no crecieron. Que serán el pilar de una nueva sociedad y tal… perfecto me encanta su punto pero sáquennos de sus planes a los que no queremos clonarnos por favor!
El asunto es que la rabia de hoy se me paso mientras escribía y ahora si puedo darle gracias a Dios por haberme dado sobrinos y no hijos, porque de verdad, no está fácil eso de ser padres… si la angustia que sentí siendo tía es tal, como se sentirá una madre al ver un termómetro marcando 40°C? y la responsabilidad del bienestar de esa criatura!!! Las tías somos lo máximo… estamos cuando nos necesitan pero volvemos a nuestra realidad más rápido que las madres que tienen que bajar esa montaña de sentimientos y mortificaciones con el hijo a cuestas.
Cabe destacar, admiro muchisimo a todas las mujeres y algunos hombres (los que se ganan el titulo de padres que no son muchos) que tienen hijos, pero por favor si no comparten una opinión al menos respetenla!
2 comentarios:
Hermanita..o Romi pues,eres lo máximo,Dios,la mejor persona. Me encanta tu expresión escrita y nada . Eres especial y recuerda que a palabras necias oídos sordos o, toma las cosas según de quien vengan...adelante herm. te amamos
Romi, vive la vida como quieras y has oidos sordos a esa gente necia que tiene hijos por tener y por lo que estipula la sociedad retrógrada en la que vivimos. Ya los ves, que luego ni se ocupa de sus hijos y terminan los niños con unos traumas enormes. Yo tuve una sola hija por mi deseo y el de mi esposo. Los dos pensamos que con las épocas de crisis económicas en que vivimos preferimos tener uno y tenerlo bien tanto en contencion emocional como económica. Pero siempre hay algúno que te pregunta "para cuando el próximo hijo?". C´est la vie, lo importante es sentirse bien con uno mismo y hacer oidos sordos a los necios. Tus sobrinos también son como tus hijos disfruta con ellos de la vida.
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