No, no, no, no, la abuela no pario! Con histerectomía no creo! El asunto es que esta historia es la de un grato viaje a Margarita.
Cuando llego el viernes negro, el destino turístico de muchos cambio, el nuestro se convirtió súbitamente en la Isla de Margarita (laisla! Pa’ donde fuiste de vacaciones? Pa’ laisla) y como era ya normal en mi familia, mi abuelo se rehusaba a tomar un transbordador (ojo, no el Atlantis, ni Challenger, él llamaba así al Ferry o a las chalanas, las odiaba!) por lo tanto con él el único destino era lo más lejos… Puerto La Cruz, pero mi mama, tan osada como su hija (YO) o viceversa, se las ingeniaba y en el VW Super Escarabajo ’73, color azul poceta (en esa época) montaba su gran parrilla en el techo, con bastimento como para pasar 3 meses entre comidas imperecederas y enseres domésticos, en la maleta frontal, los bolsos y dentro del VW 6 almas: Mama, la choferesa; mi hermana Roció, la copiloto y DJ (el carro no tenia reproductor, así que íbamos con uno portátil a baterías); Mamaida, Olguita, Vicky y Yo… que éramos la tripulación de cabina, atrás donde íbamos nosotras se preparaban los sándwiches al momento en el camino, eso de comer en areperas mi mama? A la orilla de la carretera? Primero muerta! Baños públicos? Ese mujerero? Noooooo!… y demás detalles que no vienen al caso… ah importante: salíamos a las 6 am de Puerto Ordaz y llegábamos a las 4 pm a Puerto La Cruz a tomar el ferry, jamás mi Mamá adelantaba una gandola y menos con tan preciada carga! La cosa es que una vez en PLC, el VW no prendía para entrar en el Ferry y había que empujarlo, idéntico proceso para salir del mismo, una vez ya en Punta de Piedras prendía ‘como carro de malandro’.
La estadía en Juan Griego, no superaba las 3 semanas, una vez hechas las compras de rigor, las sabanas, las toallas, los pijamas chinos de tela tiesa, los botines converse y los perfumes de encargos; a mí se me antojo que quería tener un par de conejitos… no se si seria por ir al mercado de Conejeros que me imaginaba que me iba a conseguir a un montón de conejos en vez de 10000 buhoneros, pero bueno, para no llevarme la contraria mi madre tan bella me compro 2 conejos, según el vendedor, eran una pareja y mi sueño lo veía casi cumplido.. ver el patio de mi casa minado de conejitos….. que ternura!
Vía telefónica avisamos a mi abuelo quien con la premura del caso improviso una jaula para los conejos y ya iban a tener casita una vez que retornáramos, la emoción no cabía en mi…
Ya de regreso en Punta de Piedras muy dispuestas a tomar el Ferry con conejos en mano (bueno en jaula) y el carro abarrotado de gente y compras, nos avisan que no hay cupo para regresar a Puerto La Cruz, sino hasta 2 días, solo había regreso por Cumana… mi Madre casi cae en pánico, esa carretera es horrible (doy fe de ello), es muy peligrosa, pero en el momento, ella y mamaida hicieron sus cálculos y mejor tomar el riesgo e ir mas poco a poco que de costumbre pero no contamos con que una alcabala de la GN nos detuviera a inspeccionar el vehículo con tan descomunal carga, y encima animales! En aquella época nos pidieron factura hasta de lo que teníamos en el estomago, pero el Guardia se condolió y no conforme con dejarnos seguir tranquilas con los conejos nos dijo… “Ustedes se pueden llevar esta ardillita? Recién la agarramos por aquí y no hay por donde dejarla escapar” la cual, aceptamos sin chistar (obvio mi emoción al momento de la aceptación de la ardilla llego al punto más alto de mi vida en ese momento, no solo 2 conejos sino también una ardilla! otro sueño hecho realidad, junto con las converse rosadas).
Nos agarro la noche bajando por la serranía del Turimiquire y llegamos a Maturín, en el hotel nadie hablo de animales, solo 5 mujeres que quieren dormir para partir en la mañana a Puerto Ordaz… los conejos los dejamos que estiraran las paticas en el baño encerrados y la ardilla permanecía en su jaula, se veía asustada (años después supe que ellas son así naturalmente).
La mañana siguiente despertamos y partimos rumbo a Guayana, las 9 almas en el VW Super Escarabajo que no daba para más de la carga que llevaba!
Lo peor estaba por comenzar…
Los conejos a su jaula grande ya en casa, el veterinario vecino nos dijo… ambos son machos, así que Tony Roberto y Baby Pelusa (si, así los bauticé), eran una utopía, de allí nada iba a salir, la ardilla por su parte logro escapar de una jaula, que estaba en la tierra del patio, la muy pilas cavo un túnel y se monto a la mata de mangos de mi casa, le arranco todas las hojas de la cara que da hacia nuestras ventanas, cazarla de nuevo y apresarla fue una odisea, la llevo mi hermana y un vecino al parque Cachamay, la trataron de liberar pero la dejaron en un basurero en el parque porque aparentaba estar muerta y al rato se escucho la escarapela… la bicha se hizo la muerta… y salió corriendo…
Creo que ese fue el último viaje del VW a Margarita, y todo por culpa del Viernes Negro!
Pronto mas entregas de las aventuras en el VW
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