Era 1992, recuerdo el precio del US$ rondaba por los 60/70 Bs. y mi mama se iba a pasar una temporada con Yamina, Don y las niñas a Michigan, era verano y aun podía viajar sola al menos de ida….
Ya acá en casa quedaban pocos morrocoyes, pero sin embargo de vez en cuando eclosionaba alguno que otro.
Para la época en que mama se iba justo había uno muy bebe que era como del tamaño de una moneda del antiguo fuerte, como de 1 pulgada de diámetro y a mi madre se le ocurrió la genial idea de llevársela de regalo a la nieta mayor, Paula…
Una vez avisada Yamina de lo que iba a hacer mama, le advirtió que eso de andar con animales hacia EEUU era delicado y que se podía meter en problemas a lo que mi mama, como no es raro hizo caso omiso.
Prepara el viaje mi madre, enrumbada a Maiquetía con la maleta de los trajes, el saquito de viaje, el cuadro con su marquito, la redonda sombrerera, el pequeño baulito y …. Un morrocoycito chiquitico (esto es clonado de un antiguo cuento ruso si alguien lo conoce no reclamo derechos de autor)
Pasa la revisión de aquí, visual para ese entonces, no problema…. Llega a Maiquetía, no problema…. Ah punto importante a destacar, el animal en cuestión no iba en maleta ni nada, iba en el bolso de mano de mi madre, junto a sus lentes, en un porta cosméticos que dentro llevaba al susodicho con un huequito y enclaustrado en un contenedor de jabón para el rostro de Clinique, de esos rígidos! pues salió de Maiquetía, rumbo a Miami – Chicago – Detroit, y en ningún sitio nada, ni pio…
Al llegar a casa de mi hermana, Paula más que feliz con el regalo de la abuela! Y lo puso justo a sus otras tortugas en una especie de animalario que tenía en casa… hasta allí llego la alegría… la consternación de mi cuñado no tenia nombre ni tamaño, la preocupación por una enfermedad tropical endémica tercermundista que podría llevar consigo tal animalejo!!!
Fue un verano de suplicio y angustia para el pobre Don… regresamos a Venezuela después de los 3 largos meses de ese verano, a los pocos días llama Yami con la noticia… todos los animales fueron llevados a pet-control y fueron sacrificados. Honestamente creo que a mi mama no le dolió para nada el animalito, pero la odisea y la emoción no tuvieron precio, para todo lo demás existe MasterCard!
Elucubraciones de una Mente Acalorada... o lo que es lo mismo, una adolescente tardía o una anciana prematura! que insiste inexorablemente hacer reingeniería en su vida, recordando lo bueno para disfrazar lo malo! Tantas veces que me han dicho que mi vida parece una telenovela, que al fin me decidi a escribir... veamos que pasa, quien aparece, quien no aparece, recuerdos, experiencias normales y paranormales (para no decir anormales)...
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